El refugio que pocas personas ven
Con el tiempo me he dado cuenta de que no todo el mundo que está cerca es amigo. Que amistad no es hablar todos los días ni salir de fiesta juntos cada fin de semana. La amistad de verdad es otra cosa. Es esa que aguanta el tiempo, la distancia, los cambios. La que se adapta a las etapas nuevas, a los baches y a los silencios. Y cuanto te paras a pensarlo, no hay tantas personas que encajen ahí. Yo, por ejemplo, puedo contar con los dedos de una mano a mis amigas de verdad. De esas que sabes que puedes llamar a cualquier hora del día porque necesitas hablar. De esas que te escuchan sin juzgarte y te dicen la verdad aunque duela. Las que se alegran de tus logros y los celebras con ellas pero también se quedan cuando todo va mal. Vivimos rodeados de gente, pero a veces nos sentimos más solos que nunca. Y eso es porque no todo el mundo nos ve de verdad. Muchas personas te sonríen, te siguen en redes o te mandan mensajes bonitos… pero no todas te sostienen cuando todo se cae. Por eso, ...